Una cuestión importante que debe abordarse es el desarrollo de criterios y procedimientos específicos para determinar cuándo las actividades en alta mar pueden causar impactos adversos significativos en la biodiversidad marina. Esto requerirá una consideración cuidadosa de los tipos de actividades que probablemente tengan tales impactos, así como de los riesgos y beneficios potenciales asociados con las diferentes actividades.
Otra cuestión clave es el establecimiento de mecanismos para monitorear y hacer cumplir las disposiciones del tratado. Esto requerirá el desarrollo de sistemas sólidos de seguimiento y presentación de informes, así como el establecimiento de mecanismos eficaces de aplicación de la ley, incluidas sanciones por incumplimiento.
Además, será importante garantizar que las disposiciones del tratado sean compatibles con el derecho internacional existente, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS). Esto requerirá una cuidadosa coordinación y cooperación entre las diversas organizaciones y organismos internacionales responsables de implementar y hacer cumplir el tratado.
Por último, será importante garantizar que el tratado cuente con la financiación y los recursos adecuados para implementar eficazmente sus disposiciones. Esto requerirá el compromiso de recursos financieros tanto de государств-участников como de organizaciones internacionales, así como el desarrollo de mecanismos para garantizar que estos recursos se utilicen de manera eficiente y efectiva.
Al abordar estos detalles clave de implementación, la comunidad internacional puede ayudar a garantizar que el tratado de alta mar sea eficaz en el cumplimiento de sus objetivos de conservar y utilizar de manera sostenible la biodiversidad marina en áreas más allá de la jurisdicción nacional.