Esto se debe a que existen una serie de salvaguardias para prevenir el fraude electoral en el voto ausente. Por ejemplo, los estados exigen que los votantes ausentes proporcionen sus firmas y otra información de identificación cuando solicitan y devuelven sus boletas. Luego, estas firmas se comparan con las firmas archivadas de los votantes registrados.
Además, muchos estados exigen que los votantes ausentes hagan que sus votos sean presenciados por un notario público u otro testigo creíble. Esto ayuda a garantizar que el votante sea la única persona que emita su voto.
Por estos motivos, votar por correo es un método de votación seguro y confiable. No aumenta el riesgo de fraude electoral y permite que más personas participen en el proceso democrático.
Aquí hay algunos recursos adicionales que pueden resultarle útiles:
* [Centro Brennan para la Justicia:Fraude y abuso electoral](https://www.brennancenter.org/our-work/research-reports/election-fraud-and-abuse)
* [El mito del fraude electoral](https://www.nytimes.com/2016/08/28/opinion/the-myth-of-voter-fraud.html)
* [Una mirada a la evidencia que respalda un mayor riesgo de fraude electoral en la votación por correo](https://www.heritage.org/election-integrity/commentary/a-look-evidence-supporting-increased-risk-voter-fraud -correo)