Uno de los hallazgos más importantes del estudio es que el divorcio puede ayudar a aumentar la independencia económica de las mujeres. Esto se debe a que, después de un divorcio, las mujeres a menudo se ven obligadas a buscar empleo para mantenerse a sí mismas y a sus hijos. Esto puede conducir a un mayor poder adquisitivo y una mayor estabilidad financiera para las mujeres. Además, el divorcio también puede llevar a que las mujeres obtengan acceso a activos a los que no habrían tenido acceso mientras estaban casadas, como propiedades y ahorros.
Otro hallazgo importante del estudio es que el divorcio puede crear mayores oportunidades de avance profesional para las mujeres. Esto se debe a que, después de un divorcio, las mujeres a menudo pueden seguir carreras que no les eran posibles mientras estaban casadas. Por ejemplo, las mujeres pueden realizar trabajos que requieran viajar o que tengan horarios irregulares, lo que puede ser difícil de hacer mientras se manejan las exigencias del matrimonio y la familia.
El estudio también encontró que el divorcio puede tener un impacto negativo en los hombres. Por ejemplo, los hombres tienen más probabilidades de experimentar aislamiento social, problemas de salud y dificultades económicas después de un divorcio. Sin embargo, el estudio encontró que estos efectos generalmente son superados por los beneficios que el divorcio aporta a las mujeres.
En general, el estudio encontró que el divorcio tiene una serie de efectos positivos sobre la igualdad de género en Suecia. Estos efectos incluyen mayores oportunidades económicas y profesionales para las mujeres y una mayor igualdad social entre hombres y mujeres. Como tal, el estudio sugiere que el divorcio puede ser una herramienta importante para promover la igualdad de género en la sociedad.