Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sussex en el Reino Unido encontró que era menos probable que las personas confiaran en alguien que llevaba una mascarilla que en alguien que no la llevaba. Los investigadores atribuyeron esto al hecho de que las máscaras faciales pueden oscurecer las expresiones faciales, lo que dificulta que las personas lean las emociones y las intenciones.
Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, no encontró ningún efecto significativo de las mascarillas en la percepción de confiabilidad. Sin embargo, cuando se pidió a los participantes que identificaran la emoción de alguien que llevaba una mascarilla, era más probable que identificaran emociones negativas, como la ira y el miedo, que cuando la misma persona no llevaba una mascarilla.
Finalmente, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Viena en Austria encontró que los participantes que llevaban máscaras faciales en realidad eran percibidos como un poco más dignos de confianza que aquellos que no las llevaban. Los investigadores atribuyeron esto al hecho de que las máscaras faciales pueden crear una sensación de anonimato, lo que puede hacer que las personas parezcan menos amenazantes.
En conclusión, no existe un consenso claro sobre si usar una mascarilla te hace parecer más o menos digno de confianza. Algunos estudios han encontrado que las personas que usan máscaras faciales son percibidas como menos confiables, mientras que otros no han encontrado ningún efecto significativo o incluso un ligero aumento en la confiabilidad percibida. Se necesita más investigación para responder definitivamente a esta pregunta.