Los investigadores analizaron datos de más de 2.000 casos penales en los que los acusados comparecieron ante los jueces en diferentes momentos del día. Descubrieron que los acusados que comparecieron temprano en la mañana tenían un 15% más de probabilidades de recibir una sentencia de libertad condicional que los que comparecieron más tarde ese mismo día. Los acusados que comparecieron después del almuerzo tenían un 25% más de probabilidades de recibir libertad condicional.
Los investigadores creen que varios factores pueden contribuir a este fenómeno. En primer lugar, es más probable que los jueces estén de buen humor y tengan más paciencia cuando llegan a trabajar por la mañana. A medida que avanza el día, los jueces pueden cansarse y volverse menos tolerantes con las personas con las que se encuentran. En segundo lugar, es más probable que los jueces cometan errores de juicio cuando tienen hambre o están cansados.
Los investigadores dicen que sus hallazgos sugieren que los acusados deberían intentar programar sus comparecencias ante el tribunal temprano en la mañana o después del almuerzo. Esto puede aumentar sus posibilidades de recibir un resultado favorable.
Es importante señalar que este estudio sólo investigó la relación entre la hora del día y la probabilidad de recibir libertad condicional. Es posible que otros factores, como el tipo de delito cometido o los antecedentes penales del acusado, también hayan influido en las decisiones de los jueces.