Los directores ejecutivos que son más conservadores tienden a ser más cautelosos a la hora de hacer negocios en países con climas políticos inestables. Es posible que les preocupe el riesgo de expropiación, nacionalización u otras formas de interferencia gubernamental. Como resultado, es posible que sea menos probable que inviertan en estos países o que requieran mayores rendimientos para compensar el mayor riesgo.
Los directores ejecutivos que son más liberales tienden a estar más abiertos a hacer negocios en países con climas políticos inestables. Pueden creer que las recompensas potenciales superan los riesgos, o pueden ser más optimistas sobre la capacidad de estos países para mejorar su estabilidad política. Como resultado, pueden estar más dispuestos a invertir en estos países o aceptar menores rendimientos a cambio de la oportunidad de ingresar a estos mercados.
Además de sus evaluaciones de riesgos, las creencias políticas de los directores ejecutivos también pueden influir en sus estrategias de negociación con gobiernos extranjeros. Los directores ejecutivos que son más conservadores tienden a ser más conflictivos en sus negociaciones, mientras que los directores ejecutivos que son más liberales tienden a ser más conciliadores. Esto puede tener un impacto significativo en el resultado de las negociaciones y puede determinar si un acuerdo tiene éxito o no.
Finalmente, las creencias políticas de los directores ejecutivos también pueden influir en sus respuestas a los riesgos políticos. Los directores ejecutivos que son más conservadores tienden a ser más proactivos en la gestión de riesgos políticos, mientras que los directores ejecutivos que son más liberales tienden a ser más reactivos. Esto puede marcar la diferencia en la eficacia con la que una empresa puede protegerse de los riesgos políticos y puede determinar si una empresa puede o no continuar operando en un país cuando se enfrenta a desafíos políticos.
En conclusión, las inclinaciones políticas de los directores ejecutivos pueden tener un impacto significativo en sus acuerdos internacionales. Las creencias políticas de los directores ejecutivos pueden influir en sus decisiones sobre con qué países hacer negocios, cómo negociar con gobiernos extranjeros y cómo responder a los riesgos políticos. Estas decisiones pueden tener un impacto importante en el éxito o el fracaso de las operaciones internacionales de una empresa.