Además, la Ley de Privacidad de 2020 impone límites en la medida en que los empleadores pueden monitorear las actividades de sus empleados y exige que sean transparentes sobre sus prácticas de vigilancia. Estas leyes brindan a los trabajadores un alto grado de protección contra la vigilancia del empleador y la expectativa de estar disponibles para trabajar fuera del horario laboral normal.
Sin embargo, hay algunas áreas en las que Nueva Zelanda podría hacer más para proteger los derechos de los trabajadores en esta área. Por ejemplo, la ERA actualmente no brinda ninguna protección específica contra la vigilancia por parte de los empleadores de los dispositivos personales de los empleados, como teléfonos inteligentes y computadoras portátiles. Además, la Ley de Privacidad no se aplica a los empleadores con menos de 20 empleados, lo que significa que un número importante de trabajadores no está protegido por sus disposiciones.
En general, Nueva Zelanda cuenta con un marco legal relativamente sólido para proteger los derechos de los trabajadores a desconectarse del trabajo y la vigilancia del empleador. Sin embargo, hay algunas áreas donde la ley podría mejorarse para brindar una protección aún mayor a los trabajadores.