La percepción extrasensorial es un término colectivo para varias habilidades mentales hipotéticas que podrían explicar ciertos fenómenos sobrenaturales. Estas supuestas habilidades (junto con otros fenómenos paranormales) también se conocen como psi.
Un fenómeno psi estrechamente relacionado, que técnicamente no forma parte de la ESP, es la telequinesis, la capacidad de alterar el mundo físico sólo con el poder mental.
Todas estas habilidades provienen de la idea de que los seres humanos pueden percibir cosas más allá del alcance de los sentidos corporales conocidos. Este concepto ha existido desde el comienzo de la civilización humana, bajo muchos nombres diferentes, pero la concepción moderna no se desarrolló hasta la primera mitad del siglo XX.
El profesor de la Universidad de Duke, J.B. Rhine, uno de los primeros científicos respetados en realizar investigaciones paranormales en un laboratorio universitario, acuñó el término "ESP" en 1934.
Los creyentes de ESP en todo el mundo tienen ideas diferentes sobre cómo se manifiestan estas habilidades.
Los creyentes tampoco están de acuerdo sobre cómo funciona realmente la ESP. Una teoría dice que, al igual que nuestros sentidos ordinarios, la ESP es energía que se mueve de un punto a otro. Por lo general, los defensores de esta teoría dicen que la energía ESP toma la forma de ondas electromagnéticas, al igual que la luz, la radio y la energía de rayos X, que no hemos podido validar con evidencia científica.
Esta teoría fue bastante popular a principios del siglo XX, pero hoy en día ha perdido popularidad debido a varios problemas inherentes.
Por un lado, la explicación sólo tiene en cuenta la telepatía, no la clarividencia ni la precognición. Presumiblemente, si la transferencia de información se produce como energía electromagnética, tiene que ser enviada por alguien; tiene que viajar de mente en mente. No explica cómo la información se movería a través del tiempo o desde un objeto a una mente.
En segundo lugar, la teoría no concuerda con lo que sabemos sobre nosotros mismos y el universo. En la mayoría de los casos de telepatía reportados, la ESP funciona totalmente independientemente de la distancia. Es decir, el poder de la "señal" es el mismo ya sea que la mente transmisora y la mente receptora estén en la misma habitación o en lados opuestos de la tierra.
Ninguna otra forma de energía se comporta de esta manera, señalan los escépticos, por lo que no tiene sentido que las "ondas psi" tampoco lo hagan. Además, parece extraño que no hayamos encontrado ningún órgano sensorial inexplicable en el cuerpo que pueda captar esta energía, ni ninguna evidencia de las ondas de energía en sí.
A la luz de estos problemas, la teoría que prevalece entre los creyentes hoy es que la ESP es el resultado de algo más allá del mundo físico conocido. Por ejemplo, muchas personas lo ven como un "derrame" de otra realidad o conciencia.
Según esta teoría, además del universo físico del que somos conscientes, todos existimos en otra dimensión que tiene leyes rectoras completamente diferentes. El tiempo y el espacio funcionan de manera muy diferente en la otra realidad, permitiéndonos conocer los pensamientos de otras personas, eventos lejanos o cosas que aún no han sucedido en la realidad física.
Normalmente, nuestra conciencia de este plano de existencia es completamente inconsciente, pero de vez en cuando, la mente consciente capta esta información.
No hace falta decir que esta teoría también está completamente fuera de nuestra comprensión científica del mundo. Pero según los defensores de la teoría, se supone que no encaja en esa concepción. Al igual que los conceptos de Dios o una vida futura, la realidad hipotética de este proceso anómalo no dependería de las leyes físicas de nuestro universo. Dependería de la existencia de algún tipo de alma.