¿Los niños tienen horarios regulares para acostarse y los padres imponen políticas estrictas sobre el tiempo frente a la pantalla? ¿Y los padres llevan a sus hijos a los museos para que aprendan desde pequeños? ¿O la vida cotidiana se trata más bien de divertirse juntos, sin reglas claras y sin ninguna ambición de "desarrollar" a los niños de una manera particular?
La vida familiar se puede vivir de muchas maneras diferentes, y lo que los niños traen consigo del entorno familiar tiene un impacto sustancial en sus oportunidades y desarrollo en el futuro.
Un nuevo estudio del Departamento de Sociología de la Universidad de Copenhague y VIVE, el Centro Danés de Investigación en Ciencias Sociales, publicado en el British Journal of Sociology of Education , ofrece ahora una tipología basada en investigaciones sobre cómo la vida cotidiana de las familias danesas con niños pequeños se puede agrupar en cuatro tipos de entornos de aprendizaje familiar. Cuatro tipos que pueden influir en los niños de formas muy diferentes.
"Los entornos de aprendizaje no consisten sólo en jugar juegos de ortografía con los niños", afirma el profesor Mads Meier Jæger del Departamento de Sociología, coautor del estudio.
"Nuestro estudio muestra que existen grandes diferencias en los entornos de aprendizaje en los que crecen los niños daneses, pero también que es posible clasificarlos en diferentes tipos generales. En consecuencia, el estudio proporciona una imagen completa de los entornos de aprendizaje de los niños y cómo las dimensiones individuales de estos entornos interactúan", afirma.
El estudio deriva cuatro tipos de entornos de aprendizaje familiar a partir de abundantes datos recopilados de 44 familias danesas con niños de 3 a 6 años. Utilizando una aplicación de diario digital personalizada, los padres documentaron su vida familiar con texto, fotografías, audio y vídeo durante un período de 12 semanas. También se entrevistó a los padres.
A partir de los datos recopilados, los autores del estudio delinearon seis dimensiones particularmente destacadas a la hora de caracterizar los entornos de aprendizaje:actividades familiares, clima emocional, organización de la vida cotidiana, redes sociales, expectativas y valores, y cuidados fuera del hogar.
Luego, las seis dimensiones se condensaron en cuatro entornos de aprendizaje típicos según el nivel (y tipo) de actividades familiares y el grado de estructura en la vida cotidiana (ver figura arriba). El diagrama ilustra cada entorno de aprendizaje mediante actividades y declaraciones específicas.
Los autores del estudio nombran cada entorno de aprendizaje en función de las actitudes de los padres hacia la vida familiar y su gestión.
Según Mads Meier Jæger, uno de los puntos fuertes de la tipología es que se basa en el nivel de actividad y la organización cotidiana de las familias. Investigaciones anteriores han confirmado que estas son dimensiones clave en el aprendizaje de los niños. Además, el modelo muestra una relación entre los entornos de aprendizaje y la educación de los padres. Esto es consistente con investigaciones que sugieren que la educación es la dimensión más fuerte del estatus socioeconómico.
Las cuatro categorías no deben interpretarse de manera demasiado rígida. Muchas familias pueden parecerse a más de un entorno de aprendizaje. El estudio tampoco dice cuántas familias pertenecen a cada uno de los cuatro tipos. Lo único que los investigadores han mapeado es la asociación entre diferentes actividades, actitudes y factores sociales subyacentes.
Sin embargo, las categorías proporcionan una perspectiva nueva y escandinava sobre los entornos de aprendizaje de los niños, ya que el estudio también incluye la vida escolar, institucional y de ocio de los niños. Los "pragmáticos ocasionales" y los "habitantes de hogares recreativos" son en gran medida productos del régimen de bienestar escandinavo y reflejan otras formas de desigualdad distintas a las económicas y sociales típicas de los países anglosajones.
"Por ejemplo, los niños cuyos padres tienen formación profesional y empleo no están socialmente desfavorecidos. Los padres tienen empleo y recursos, pero su atención no se centra en el estímulo académico y en la educación superior de los niños. Estas familias simplemente tienen otras prioridades", explica Mads Meier Jæger.
De esta manera, la nueva tipología proporciona una imagen más rica de cuántas partes individuales de la vida familiar crean juntas un ambiente de aprendizaje familiar. Esto es importante, afirma Mads Meier Jæger.
"En Dinamarca también tenemos desigualdad social y falta de movilidad en algunas dimensiones. Si queremos abordar estos desafíos, debemos entender dónde se origina la desigualdad. Nuestro estudio intenta proporcionar algunas respuestas adoptando un enfoque más holístico.
Más información: Jens-Peter Thomsen et al, Entornos de aprendizaje familiar en Escandinavia:dimensiones, tipos y perfiles socioeconómicos, British Journal of Sociology of Education (2024). DOI:10.1080/01425692.2024.2322723
Proporcionado por la Universidad de Copenhague