Decenas de miles de estudiantes universitarios argentinos salieron a las calles el martes para protestar contra los recortes a la educación pública superior, la investigación y la ciencia bajo el nuevo presidente Javier Milei, que recortó el presupuesto.
Junto con profesores y exalumnos de las 57 universidades estatales del país sudamericano azotado por la crisis económica, se levantaron "en defensa de la educación universitaria pública y gratuita".
Sindicatos, partidos de oposición y universidades privadas respaldaron las protestas en Buenos Aires y otras ciudades importantes como Córdoba.
El estudiante de tercer año de medicina Pablo Vicenti, de 22 años, dijo a la AFP en la capital que estaba indignado por el "ataque brutal" del gobierno de Milei al sistema.
"Quieren quitarle fondos con una historia falsa de que no hay dinero. Lo hay, pero eligen no gastarlo en educación pública", dijo.
Milei ganó las elecciones en noviembre pasado prometiendo aplicar una motosierra al gasto público y reducir el déficit presupuestario a cero.
Con ese fin, su gobierno ha recortado los subsidios al transporte, el combustible y la energía, incluso cuando los asalariados han perdido una quinta parte de su poder adquisitivo.
Milei de servidores públicos han perdido sus empleos y Milei se ha enfrentado a numerosas protestas contra la austeridad desde que asumió el cargo en diciembre.
Las universidades declararon una emergencia presupuestaria después de que el gobierno aprobara un presupuesto para 2024 igual al de 2023, a pesar de que la inflación anual se acerca al 290 por ciento y un aumento de casi el 500 por ciento en los costos de energía que, según las instituciones de educación superior, las ha puesto de rodillas. P>
"Al ritmo al que nos están financiando sólo podremos funcionar entre dos o tres meses más", dijo el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi.
A medida que la ira crecía, Milei concedió un aumento del 70 por ciento en la financiación de los gastos operativos de las universidades públicas en marzo, seguido de otro 70 por ciento en mayo y una subvención única para los hospitales universitarios.
Los gastos operativos excluyen los salarios de los docentes, que representan alrededor del 90 por ciento del presupuesto universitario.
"De las cuatro categorías docentes, tres han caído por debajo del umbral de pobreza", afirmó el rector de la Universidad Nacional de San Luis, Víctor Morínigo.
En una publicación en X durante el fin de semana, Milei cuestionó cómo las universidades públicas gastan sus fondos y dijo que las instituciones "son utilizadas para negocios turbios y para adoctrinar".
Según un estudio reciente, unos 2,2 millones de personas estudian en el sistema universitario público en un país donde el nivel de pobreza ha alcanzado casi el 60 por ciento de la población.
"No esperen una salida a través del gasto público", advirtió Milei el lunes, mientras elogiaba el primer superávit presupuestario trimestral de Argentina desde 2008.
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