Las discotecas silenciosas surgieron en la década de 1970 como una forma cómoda de sortear las restricciones de ruido. En aquella época eso significaba que todo el mundo llevaba su propia música cargada en un Walkman. Más tarde, los DJ crearían sus propios canales de radio para permitir que todos escucharan la misma lista de reproducción. Estos eventos ganaron popularidad a principios de la década de 2000, cuando los festivales de música comenzaron a albergar conciertos silenciosos con muchos artistas transmitiendo en diferentes canales.
En una discoteca o club nocturno normal, todos disfrutan bailando juntos al ritmo de la misma música. Pero en una discoteca silenciosa, las personas pueden bailar en el mismo espacio pero fuera de tiempo entre sí, si escuchan música diferente en varios canales. Esta puede ser una experiencia extraña, pero proporciona un contexto muy útil para estudiar la importancia de la sincronía, más comúnmente conocida como estar "sincronizado" en la pista de baile.
Entonces, ¿qué nos dice el fenómeno de la "disco silenciosa" sobre la danza? Los investigadores lo han utilizado para estudiar la dinámica social y han descubierto que interfiere con los efectos de vinculación social de la danza. La música disco silenciosa puede incluso ayudarnos a comprender mejor la evolución de la musicalidad y nuestras habilidades rítmicas.
Como antropólogo cognitivo, mi trabajo analiza por qué los humanos pasan tanto tiempo cantando y bailando, y estoy particularmente interesado en cómo "funciona" la danza como actividad social.
En un estudio reciente que utilizó un experimento de discoteca silenciosa, quería descubrir qué tan importante era para los bailarines estar sincronizados. Como la gente bailaba con auriculares puestos, podíamos usar esto para controlar si estaban escuchando la misma música o no. Esto nos permitió separar los efectos de compartir una pista de baile de la experiencia de bailar en sincronía.
En nuestro estudio, tuvimos parejas de participantes escuchando la misma música, pero manipulamos si la música llegaba a tiempo agregando algo de retraso a uno de los canales. Aunque no sabían que estábamos manipulando el tiempo, descubrimos que la gente prefería escuchar la música al compás de su pareja de baile. También se miraban más el uno al otro cuando escuchaban en sincronía.
Este método de discoteca silenciosa también se ha utilizado en estudios similares, en los que los investigadores descubrieron que recordamos mejor a las personas si simplemente hemos estado bailando en sincronía con ellas, y el baile sincronizado también puede estimular el sistema de endorfinas, que crea sentimientos positivos.
Las personas parecen agradarse más cuando se mueven en sincronía. Esto es cierto en estudios de música disco silenciosa más naturalistas, pero también en experimentos muy básicos que simplemente implican golpeteos sincronizados con los dedos. La sincronización involucrada en la música y la danza puede ser el "ingrediente activo" de sus efectos de vinculación social.
Cantar y bailar con otras personas es una excelente manera de fomentar la sincronía, pero también existe en muchos tipos de interacciones sociales. Cualquiera que haya experimentado fatiga de Zoom durante la pandemia puede haber estado sufriendo un ligero retraso temporal que interrumpe el flujo de la conversación e impide la sincronización, lo que puede resultar bastante frustrante y, en última instancia, agotador en una configuración de Zoom.
Si bien los conciertos en vivo fueron reemplazados por transmisiones en vivo durante la pandemia de COVID, algunos de mis colegas incluso observaron que las transmisiones en vivo fomentaban una mayor sensación de conexión social en comparación con los conciertos pregrabados, en parte debido a la sincronía involucrada. Hay algo especial en saber que alguien está compartiendo una experiencia con nosotros en el tiempo, incluso si estamos separados por la distancia.
Algunos investigadores han sugerido que los efectos de la música y la danza en los vínculos sociales pueden haber sido importantes para la evolución de la musicalidad. Proponen que sincronizarse con los demás ayuda a reducir el estrés al liberar endorfinas para "sentirse bien". Reducir el estrés de otras personas hace que les gustes más, lo que puede elevar tu estatus social o incluso mejorar tus posibilidades de encontrar pareja, por lo que las personas con mejores habilidades musicales podrían tener más éxito en términos de evolución.
Una teoría alternativa sugiere que la sincronización grupal puede ser una forma de mostrar la fuerza del grupo a los demás, como cuando una banda de música participa en un desfile militar. Estas dos teorías aparentemente en competencia podrían en realidad ser complementarias, aunque es muy difícil probar esto científicamente, porque obviamente no podemos replicar toda la evolución humana en el laboratorio, por lo que es posible que estos debates nunca se resuelvan realmente.
Lo que sí es seguro es que la música y la danza tienen importantes funciones sociales en la sociedad actual. Cuando muchas personas en todo el mundo parecen sufrir soledad, es importante comprender cómo las personas crean y mantienen vínculos sociales.
Puede ser que el canto y la danza en grupo fueran el método elegido por nuestros antepasados, como todavía lo es para muchas personas hoy en día en todo el mundo. Sin embargo, si planeas hacer amigos en la pista de baile, quizás sea mejor que te deshagas de los auriculares.
Proporcionado por The Conversation
Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.