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    De Barbie a Thomas the Tank Engine:cómo las marcas de entretenimiento se están adaptando a la Generación Alfa

    Crédito:Pixabay/CC0 Dominio público

    Cuando era niño, ¿jugaba con muñecas Barbie hipersexualizadas, trenes Thomas the Tank Engine exclusivos para niños o princesas blancas y delgadas de Disney? Si es así, no estás solo, pero este ya no es el caso de la Generación Alfa.



    Marcas como Mattel, alguna vez criticadas por promover estándares corporales poco realistas y estereotipos de género, ahora se presentan como feministas y progresistas. La reciente película de Barbie es un excelente ejemplo de este cambio.

    Los padres millennials buscan activamente juguetes, libros y películas para educar a sus hijos sobre la vida y enseñarles valores que se alinean con los suyos, desde la positividad corporal hasta la diversidad, la aceptación de los demás y la aceptación de su sexualidad.

    Al mismo tiempo, los padres Millennials critican rápidamente las marcas que no reflejan sus valores. Campañas en las redes sociales como #CancelDrSeuss, que llamó la atención sobre las imágenes racistas en los libros del autor, son un ejemplo de cómo los consumidores responsabilizan a las marcas por sus errores pasados.

    Lo notable de estos llamados a la rendición de cuentas es que a menudo surgen de la historia de exclusión de una marca, como el número limitado de muñecas de American Girl con identidades marginadas o las representaciones racistas de los pueblos indígenas en la antigua atracción Splash Mountain de Disney. Estas críticas resaltan un cambio social más amplio hacia la inclusión y la sensibilidad cultural.

    Renovación de productos

    Como investigadores de marketing, nuestro objetivo era comprender cómo las marcas de entretenimiento se están adaptando a las cambiantes normas políticas, culturales y sociales. Nuestro estudio reciente identificó tres formas principales en que estas marcas están evolucionando:a través de cambios en sus productos, cambios en las prácticas de contratación y una mayor participación en sus comunidades.

    Algunas marcas han hecho esfuerzos para renovar sus productos, desde disculparse por errores pasados ​​hasta eliminar características ofensivas o revisar por completo su oferta de mercado. Disculparse, como el descargo de responsabilidad que Disney agregó a algunas de sus películas más antiguas sobre estereotipos racistas, fue una de las acciones más comunes que tomaron las marcas.

    Otras marcas, como Warner Bros., han optado por eliminar rasgos problemáticos de sus personajes. En Space Jam:A New Legacy, el personaje de Lola Bunny fue rediseñado para no estar hipersexualizado como en la primera película. Otras marcas han descontinuado productos considerados problemáticos, como se vio cuando Dr. Seuss Enterprises retiró seis libros de circulación.

    En ocasiones, estas acciones se llevan a cabo simultáneamente. En 2014, Mattel se disculpó por un libro que publicó que imponía estereotipos de género acerca de que las mujeres no podían codificar.

    Desde entonces, la marca ha llevado a cabo una serie de cambios sistemáticos, como la introducción de una línea diversa de muñecas de diferentes profesiones, incluso aquellas previamente masculinizadas en el mercado, así como muñecas con diferentes tipos de cuerpo y tonos de piel, y muñecas con diferentes discapacidades.

    Equidad, diversidad e inclusión

    Junto con los cambios en sus productos, las marcas también han reformado su fuerza laboral hacia la equidad, la diversidad y la inclusión en diversos grados.

    Por ejemplo, Nintendo ha prometido ser más transparente en su proceso de contratación, ya que actualmente las mujeres ocupan sólo el 23,5 por ciento de sus puestos directivos globales. Esto contrasta con Mattel, la empresa matriz de Barbie y American Girl, cuya junta directiva tiene cinco mujeres de un total de 11 miembros, de los cuales el 30 por ciento pertenece a grupos étnicos minoritarios.

    Disney, en comparación, ha dedicado una página en su sitio web a brindar transparencia con respecto a la diversidad racial y de género de su lugar de trabajo en los distintos niveles. Esto indica su compromiso de fomentar una cultura laboral más inclusiva.

    Estos esfuerzos llegan en un momento en que las empresas reconocen cada vez más la importancia de la diversidad y la inclusión no solo como imperativos éticos, sino también como ventajas estratégicas para el éxito a largo plazo en el mercado global actual.

    Participación de la comunidad

    El último cambio que las marcas de entretenimiento han estado realizando en respuesta a las presiones sociales es aumentar su participación dentro de sus comunidades.

    Algunas marcas han seguido enfoques tradicionales de donaciones a diferentes organizaciones sin fines de lucro, como el apoyo de American Girl a Save the Children.

    Otras marcas se han asociado con organizaciones sin fines de lucro que representan a personas con discapacidad para garantizar la inclusión de sus productos. Por ejemplo, la ONU se asoció con la Federación Nacional de Ciegos para crear una versión Braille del juego de cartas.

    Thomas y sus amigos participaron en una campaña de sostenibilidad de las Naciones Unidas y consultaron con asesores de la ONU para garantizar la inclusión de sus nuevos programas.

    Otras marcas iniciaron y mantuvieron sus propias organizaciones sin fines de lucro para impulsar cambios. Sesame Workshop, la organización detrás de Barrio Sésamo, proporciona materiales educativos para ayudar a los niños a comprender temas sociales delicados como el racismo.

    Cambiar para seguir siendo relevante

    A medida que nuestra comprensión de la diversidad evoluciona, también lo hacen nuestras expectativas sobre los medios y el entretenimiento que consumimos, especialmente cuando se trata de moldear los valores y percepciones de las mentes jóvenes.

    Los consumidores ejercen una influencia significativa en la configuración de la trayectoria de las marcas de entretenimiento, como lo demuestran sus demandas de contenido más inclusivo y socialmente consciente. Al responsabilizar a las marcas por sus acciones y abogar por el cambio, los consumidores desempeñan un papel a la hora de impulsar la evolución hacia un panorama del entretenimiento más equitativo y diverso.

    En el clima sociocultural actual en constante evolución, las marcas de entretenimiento deben adaptarse constantemente para seguir siendo relevantes para los padres y sus hijos. Estas acciones pueden llevarse a cabo de manera reactiva debido a presiones socioculturales o tomarse de manera proactiva cuando las marcas intentan mantenerse a la vanguardia de las tendencias.

    Independientemente de la fuente del cambio, para contribuir de manera sostenible a la inclusión, la diversidad y la igualdad, los cambios deben reflejarse en múltiples frentes:en los productos, en el lugar de trabajo y dentro de nuestras comunidades.

    Proporcionado por The Conversation

    Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.




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