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Aspiraciones más altas conducen a logros más altos. Al menos, eso es cierto en el contexto de las aspiraciones educativas y ocupacionales, como lo demuestra un nuevo estudio en coautoría del economista Dr. Reto Odermatt de la Universidad de Basilea. Sin embargo, las aspiraciones demasiado altas de la adolescencia pueden tener un efecto negativo en el bienestar de la edad adulta.
En los últimos años, la movilidad social entre generaciones se ha convertido en un tema importante en el discurso político a nivel mundial. Ya se han investigado muchos posibles factores que impiden que los niños asciendan más en la escala social que sus padres, como los recursos económicos, el sistema educativo y la genética. El Dr. Reto Odermatt (Universidad de Basilea) y el Prof. Dr. Warn Lekfuangfu (Universidad Carlos III de Madrid) realizaron un estudio para investigar la relevancia de las aspiraciones profesionales en la movilidad social y la satisfacción con la vida posterior. Los resultados se han publicado ahora en la revista European Economic Review .
Las aspiraciones educativas y ocupacionales son indicadores importantes del éxito profesional
La base del estudio es un conjunto de datos que sigue la vida de más de 17.000 personas en el Reino Unido que nacieron en la misma semana en 1958 y continúa recopilando datos hasta el día de hoy. Entre otras cosas, el conjunto de datos recopila información sobre el entorno de la infancia de cada individuo, los antecedentes profesionales y financieros de sus padres, las habilidades del participante, sus aspiraciones en su juventud, su ocupación y su bienestar como adulto.
Por lo tanto, los autores del estudio conocen no solo las aspiraciones profesionales juveniles de los participantes, sino también sus circunstancias y ocupaciones más adelante en la vida. "Esta base de datos es única. No tenemos nada parecido disponible en Suiza. Y, aunque el Reino Unido tiene sus propias idiosincrasias, cuando se analizan estos datos, los hallazgos fundamentales también se pueden aplicar a Suiza", dice Odermatt.
Los autores están utilizando esta base de datos para investigar cómo las aspiraciones de los niños y jóvenes afectan su vida posterior. ¿Hasta dónde llegaron en su educación? ¿Cuál fue su resultado real en el mercado laboral, es decir, cuál fue el trabajo con mayor prestigio que tuvieron durante su vida laboral? Determinaron que las aspiraciones educativas y profesionales de los participantes cuando eran adolescentes se encontraban, junto con las habilidades cognitivas, entre los predictores más importantes en general para su posterior éxito en su educación y carreras. Esto indica que las metas profesionales ambiciosas motivan a las personas a invertir más en su futuro éxito profesional.
Desigualdad social ya perceptible en las aspiraciones profesionales
También ocurre lo contrario:las aspiraciones profesionales poco ambiciosas pueden ser una explicación importante de la movilidad social limitada. El estudio mostró que los jóvenes cuyos padres tenían menos educación tenían metas profesionales menos ambiciosas. “Esto no puede explicarse únicamente por las diferencias en el ingreso familiar o en las capacidades de los participantes. Es más bien que la desigualdad parece comenzar temprano, con sus propias aspiraciones”, razona Odermatt. Entonces, aunque la desigualdad social sería menos pronunciada si los jóvenes lograran sus sueños, no desaparecería.
Las aspiraciones de los padres con respecto a la escuela y el desempeño profesional de sus hijos tienen un efecto particularmente grande en lo lejos que un niño pretende llegar. Por lo tanto, las metas profesionales menos ambiciosas forman parte de la explicación de la limitada movilidad social. “No esperábamos que las aspiraciones de los padres por sus hijos tuvieran una influencia tan fuerte”, dice el economista.
La otra cara de "soñar en grande"
Además del impacto potencialmente positivo de "soñar en grande", sin embargo, las metas ambiciosas también pueden generar decepciones. Los datos muestran que hay un impacto negativo en la satisfacción con la vida en la edad adulta temprana si las personas logran menos de lo que aspiraban cuando eran más jóvenes. Sin embargo, estos efectos negativos desaparecen en su vida laboral posterior. Si luego realmente logran más de lo que aspiran, existe una correlación positiva con el bienestar, que tiene un efecto mayor que a una edad más temprana. "El hecho de que pudiéramos mostrar cómo las aspiraciones de los adolescentes afectan la satisfacción con la vida mucho más tarde en la vida es uno de los puntos fuertes del estudio", dice Odermatt.
Los hallazgos relacionados con la relevancia de las aspiraciones de éxito tanto en la escuela como en la vida laboral ofrecen una oportunidad para reducir la desigualdad social. Las medidas políticas diseñadas para aumentar las expectativas, especialmente entre los niños desfavorecidos, podrían tener una influencia considerable en sus posibilidades de ascenso social.
"Eso significa que no debemos dejar que los padres influyan en las aspiraciones profesionales de los niños; las escuelas pueden intervenir aquí", señala Odermatt. El personal docente podría sensibilizar activamente a los adolescentes sobre las carreras que se adaptan a sus capacidades. Esto podría alentarlos a mirar más allá de sus propios horizontes. Después de todo, como dice el economista, la visión del mundo de una persona a menudo está fuertemente definida por su entorno.
No obstante, los resultados del estudio sugieren que tales medidas podrían ser un arma de doble filo:las metas profesionales ambiciosas pueden ser motivadoras, pero también pueden llevar a la decepción. Esto hace que sea una preocupación clave no solo maximizar los sueños de los jóvenes, sino optimizarlos, dice el académico. Cómo las diferentes creencias y actitudes afectan las aspiraciones profesionales de los estudiantes universitarios