Crédito:Unsplash / CC0 Public Domain
En un programa de fabricación / retoque después de la escuela con sede en la costa oeste, los educadores reunieron a los estudiantes de jardín de infantes a quinto grado participantes al comienzo de cada sesión, les dio instrucciones para el trabajo del día, y luego déjelos trabajar de forma independiente o en grupos pequeños para completar la ciencia, tecnología, Ingenieria, actividades de artes y matemáticas (STEAM).
La profesora asistente Natalie R. Davis y sus colegas de la Facultad de Educación y Política Social de la Universidad de Northwestern analizaron datos de tres años de este programa extracurricular para comprender mejor cómo y cuándo los estudiantes demostraron momentos de autodeterminación, o cómo los niños se afirman y aportan sus propias ideas, intereses y preguntas en su trabajo.
El equipo de investigación utilizó 70 horas de video, 30 notas de campo etnográficas y entrevistas a los participantes para su estudio, que se publicó en Learning, Cultura e interacción social.
Agruparon las instancias de autodeterminación de los niños en dos categorías amplias. El primero, llamados "actos de impugnación, "incluyó momentos en los que los estudiantes rechazaron las ofertas de ayuda de otros, optó por no recibir ciertas indicaciones o expresó diferentes perspectivas de los adultos o compañeros. El segundo, llamado "se traslada a otro lugar, "incluyó momentos en los que los estudiantes exploraron ideas fuera de las instrucciones de la actividad STEAM, incorporó la alegría a su trabajo o persiguió sus intereses personales relacionados con la actividad.
En ambos conjuntos de prácticas de autodeterminación, los estudiantes crearon nuevas posibilidades de aprendizaje e inspiraron a sus compañeros a hacer lo mismo. Davis y sus colegas analizaron en profundidad las acciones de dos estudiantes específicos a lo largo del tiempo y exploraron cómo sus momentos de autodeterminación moldearon las condiciones sociales y mejoraron los resultados de aprendizaje para ellos y sus compañeros participantes.
"Mostramos cómo los momentos aparentemente pequeños pueden ser realmente oportunidades importantes para el aprendizaje y la interacción colectivos, "Dijo Davis.
Esta investigación también tiene importantes implicaciones para los educadores, quién puede aprender a fomentar e incorporar las preguntas de los niños, retroalimentación y nuevas actividades intelectuales en sus aulas.
"Los niños son muy sensibles a las condiciones y entornos que se sienten restrictivos. A través de la alegría, humor, cuestionamiento y resistencia, Ofrecen información importante sobre la cultura del aula y el aprendizaje disciplinario. "Los educadores pueden prevenir oportunidades de aprendizaje enriquecedor y desarrollo cívico crítico si ignoran o castigan rutinariamente la actividad autodeterminada de los niños", dijo Davis.