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A medida que más personas trabajan en trabajos temporales con poca protección, o temer despidos en una economía inestable, la inseguridad laboral va en aumento. Es comprensible que estas tensiones contribuyan a una mala salud mental y sentimientos de ansiedad. Pero dadas las disparidades de género en la fuerza laboral (las mujeres tienen más probabilidades de trabajar en trabajos temporales y recibir salarios más bajos) los investigadores tenían curiosidad por saber si la inseguridad laboral afectaba a hombres y mujeres de manera diferente.
Un estudio publicado en Fronteras en sociología datos analizados de la Encuesta europea sobre las condiciones de trabajo, mirando los resultados de 2005, 2010, y 2015. La encuesta preguntó a las personas hasta qué punto pensaban que podrían perder su trabajo en los próximos seis meses y si habían experimentado ansiedad durante los últimos 12 meses. El estudio encontró que, en Europa, De hecho, hombres y mujeres reaccionaron a la inseguridad laboral de manera bastante similar. Las trabajadoras reportaron tasas similares de ansiedad debido a un trabajo inseguro que sus contrapartes masculinas. Según el Dr. Egidio Riva, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Milano-Bicocca en Italia, esto puede deberse a las tendencias hacia el igualitarismo de género en Europa.
Pero si bien las mujeres y los hombres pueden verse afectados en tasas similares, Riva dice que la inseguridad laboral sigue siendo una preocupación real. "Las consecuencias para la salud pública de la inseguridad laboral deben considerarse seriamente, dado que los cambios y reformas recientes en los mercados laborales europeos, así como la actual crisis del COVID-19, es probable que den lugar a una mayor prevalencia de trabajadores, tanto hombres como mujeres, sentirse amenazado por la pérdida involuntaria del trabajo, " él dijo.
Para analizar si la amenaza de precariedad laboral era más pronunciada en determinados países europeos por motivos socioeconómicos, cultural, o variables políticas, Riva y su coautor, Dra. Anna Bracci de la Universidad de Artes y Ciencias Aplicadas del Sur de Suiza, utilizó análisis de modelado multinivel. Encontraron pocas diferencias entre países en sus resultados, lo que significa que la relación entre la inseguridad laboral y la ansiedad no varió entre países. El estudio estuvo limitado por el hecho de que todos los datos fueron autoinformados y tomados en un solo punto de tiempo, por lo que no se puede determinar la causa y el efecto.
Riva dice que los hallazgos "tienen implicaciones prácticas tanto para los legisladores como para los empleadores" y sugiere que "se necesitan programas de mercado laboral activos generosos y más efectivos" para abordar la inseguridad laboral percibida y los desafíos de salud mental asociados.