El África subsahariana se enfrenta a una serie de desafíos de desarrollo, incluyendo un alto crecimiento de la población, pobreza, inseguridad alimentaria, y mala salud. Existe una clara necesidad de investigadores calificados y capacitados para abordar estos problemas. Pero también hay escasez. Por ejemplo, El África subsahariana aporta menos del 1% de la producción de investigación mundial a pesar de representar el 13,5% de la población mundial.
Esta asimetría exige una respuesta que fortalezca la capacidad de investigación y forme investigadores capacitados para el continente. La tutoría es un ingrediente clave de este enfoque.
La tutoría puede ayudar a desarrollar la confianza de los jóvenes académicos al mejorar los resultados de la investigación, reduciendo así la probabilidad de fuga de cerebros de la región. Pero los programas de educación superior no siempre brindan oportunidades regulares de tutoría. Y donde hay oportunidades, puede haber otras barreras para desarrollar la capacidad de investigación. Estos incluyen escasez de mentores, ambigüedad en las relaciones mentor-aprendiz, conocimientos y habilidades limitados de tutoría, falta de estructura formal y la atmósfera cultural desfavorable de las instituciones africanas de aprendizaje.
La tutoría puede conferir muchos beneficios a las carreras de los profesores junior. Pero existen desafíos para encontrar mentores o mantener relaciones con ellos. Esto ya ha sido destacado por otros investigadores de la región. Podría tener serias implicaciones para el desarrollo de la investigación en la región. Por ejemplo, los investigadores que no tienen mentores pueden no estar motivados para continuar con sus programas académicos o pueden intentar salir de la región.
Entendiendo esta necesidad, realizamos una investigación entre becarios de doctorado en el programa del Consorcio para la Formación en Investigación Avanzada en África (CARTA). El objetivo era examinar las experiencias de tutoría de los becarios dentro del programa y destacar cómo se puede mejorar aún más la tutoría.
Nuestro estudio estableció que existe la necesidad de mejorar la capacidad institucional para el desarrollo de sistemas de tutoría en los sistemas de investigación y educación superior en África. Esto es importante porque la tutoría en la región puede sustentar los avances que se están logrando para retener a los investigadores africanos para el desarrollo.
Fortalecimiento de la capacidad de investigación local
El programa CARTA tiene como objetivo desarrollar la capacidad de investigación local en población y salud pública mediante la creación de una red de académicos capacitados localmente pero reconocidos a nivel mundial a través de un doctorado. beca de formación. Los becarios suelen ser miembros del personal de nueve instituciones académicas y cuatro de investigación representativas de África. Contactamos a los becarios de la red CARTA a través de la plataforma RedCap y les hicimos preguntas sobre sus percepciones de la tutoría y qué se podría hacer para mejorar este aspecto del programa.
En el momento de la recopilación de datos, CARTA tenía solo siete cohortes y cada cohorte tenía entre 24 y 27 miembros de diversas disciplinas académicas y antecedentes. Más de la mitad de los encuestados trabajaba en ciencias de la salud, mientras que el 35% estaba en ciencias sociales. Nuestros resultados mostraron que solo el 47% de los becarios tenían mentores y el 20% tenían aprendices. Una de las razones expuestas para esto fue la dificultad para encontrar un mentor.
También descubrimos que los becarios percibían la tutoría como una responsabilidad. Lo vieron como una oportunidad para cumplir con su deber de erudición, sus mentores y la sociedad.
Varios becarios no habían recibido ninguna solicitud para que actuaran como mentores. Deducimos que los jóvenes académicos dentro de la red pueden ser reacios a buscar orientación útil para su desarrollo profesional. La falta de comprensión de la necesidad y la importancia de la tutoría para el crecimiento de la carrera académica también puede ser responsable. Es importante que los mentoreados aprendan el arte de la creación de redes y adquieran habilidades que les ayudarán a buscar mentores con confianza dentro y fuera de su red.
Mentoría de pares, en el que los becarios de CARTA se asesoran entre sí, fue una característica sorprendente de nuestros hallazgos. Jóvenes investigadores de diferentes partes del continente e involucrados en diversos temas de investigación en diversas disciplinas se ayudan y aprenden unos de otros. Se debe fomentar la tutoría entre pares, ya que es probable que estas relaciones aumenten la colaboración entre los académicos del continente.
Algunos becarios que son mentoreados se quejaron de la demora en recibir retroalimentación de los mentores. Algunas de las razones que identificaron fueron el tiempo, conectividad a internet y diferencia horaria geográfica.
En opinión de los jóvenes investigadores de nuestro estudio, Una relación exitosa entre mentor y aprendiz puede mejorar el nivel de progreso en las publicaciones de investigación y las opciones profesionales de los aprendices.
Transformando los programas de tutoría
Nuestros resultados son importantes ya que son bastante representativos de un amplio grupo de investigadores de diferentes países del África subsahariana. La tutoría no parece formar parte de la cultura o el marco institucional de varias instituciones africanas.
Un programa de desarrollo de la capacidad de investigación bien diseñado como CARTA puede brindar oportunidades de tutoría a los investigadores jóvenes. Por último, La combinación de enfoques formales e informales de tutoría parece ser el camino a seguir.
La cultura de la formación y el desarrollo de capacidades en las instituciones africanas de educación superior debe transformarse para ampliar el acceso de los jóvenes investigadores a las oportunidades de tutoría.
Este artículo se ha vuelto a publicar de The Conversation con una licencia de Creative Commons. Lea el artículo original.