Profesora Dame Margaret Whitehead. Crédito:Universidad de Liverpool
Un nuevo informe coautor de investigadores de la Universidad de Liverpool, revela que la brecha en salud entre los más ricos y los más pobres de Europa se está ampliando en muchos países.
El Informe sobre el estado de la equidad en salud (HESR) es el primer informe de la región europea de la Organización Mundial de la Salud sobre desigualdad en salud. El HESR es una revisión integral del estado y las tendencias de las inequidades en salud y de las condiciones esenciales necesarias para que todos puedan vivir una vida saludable en la Región de Europa de la OMS.
El informe, en coautoría con investigadores del Departamento de Política y Salud Pública de la Universidad, muestra que en los 53 países de la zona existen marcadas diferencias entre los más pobres y los más ricos de la sociedad.
Este informe identifica cinco condiciones esenciales necesarias para crear y mantener una vida saludable para todos:servicios de salud accesibles y de buena calidad; seguridad de ingresos y protección social; condiciones de vida dignas; capital social y humano y trabajo decente y condiciones de empleo.
Se necesitan acciones políticas para abordar las cinco condiciones. El HESR también considera los impulsores de la equidad en salud, a saber, los factores fundamentales para crear sociedades más equitativas:coherencia de políticas, responsabilidad, participación social y empoderamiento. El informe proporciona evidencia de los indicadores que impulsan las inequidades en salud en cada uno de los 53 Estados Miembros de la Región, así como las soluciones para reducir estas inequidades.
Pobreza, la educación deficiente y una red de seguridad social inadecuada repercuten en la salud desde los primeros meses de vida, el informe muestra. En toda Europa, un cuatro por ciento más de bebés en las zonas desfavorecidas mueren antes de su primer cumpleaños en comparación con los nacidos en las más prósperas.
Entre 2005 y 2016 esta brecha se mantuvo igual o se amplió en 23 países. En 2016, la esperanza de vida promedio en la región era de 82 años para las mujeres y 76,2 años para los hombres, pero existen diferencias significativas según el lugar donde viva y su nivel socioeconómico.
La esperanza de vida de una mujer se reduce hasta en siete años y la de un hombre en hasta 15 años si pertenecen a los grupos más desfavorecidos de la región.
En un artículo sobre el informe en The Telegraph, Se cita a la profesora Dame Margaret Whitehead diciendo:"La lucha contra la pobreza infantil es uno de los componentes más importantes de las estrategias nacionales de salud. Durante los últimos 30 años, todos los informes sobre la desigualdad en la salud han hecho hincapié en la necesidad de dar a los niños el mejor comienzo en la vida. Abordar la pobreza infantil es una de las principales formas de lograrlo ".