Una mujer hadza machacando semillas de baobab. Crédito:Benito-Calvo et al.
Científicos del CENIEH han publicado un artículo sobre el uso de piedras para procesar baobab por parte del pueblo Hadza, cuyos resultados sugieren que el desgaste identificado podría ser detectable en el registro arqueológico
Alfonso Benito-Calvo y Laura Sánchez-Romero, del Laboratorio de Cartografía Digital y Análisis 3D del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), acaban de publicar el primer análisis morfométrico tridimensional de las superficies de las herramientas de piedra utilizadas por los hadza, uno de los últimos grupos de cazadores-recolectores de África, en el Informes de la Revista de Ciencias Arqueológicas .
En colaboración con investigadores de universidades de España, Estados Unidos y Reino Unido, el equipo del CENIEH ha estudiado una serie de piedras utilizadas como herramientas para procesar baobab por grupos de Hadza, de Tanzania, cuyos resultados sugieren que el desgaste identificado podría ser detectable en el registro arqueológico.
Se utilizaron técnicas innovadoras en 3-D, que han permitido calcular las variables morfométricas, así como el análisis de las características y efectos sobre la superficie de estas piedras, de tal forma que se puedan identificar y cuantificar los cambios provocados por el uso.
"Gracias a la cuantificación de la variabilidad morfológica de las superficies de esas piedras tras su uso para procesar baobab, hemos podido realizar una precisa identificación macroscópica del tipo de uso realizado, "explica Benito Calvo.
Estos estudios experimentales nos ofrecen un enfoque para conocer cómo vivían las poblaciones humanas en el Paleolítico, porque grupos como los hadza aún conservan actividades y formas de vida muy similares a las que podrían haberse encontrado en los grupos humanos más primitivos.