Esto significa que todos los organismos vivos comparten un antepasado común desde el cual han divergido durante millones de años a través de un proceso de cambio gradual y adaptación. Esto está respaldado por una gran cantidad de evidencia de varios campos, que incluyen:
* registros fósiles: Los fósiles muestran una progresión de las formas de vida con el tiempo, demostrando cómo las especies han cambiado y se vuelven más complejas.
* Anatomía comparativa: Las similitudes en las estructuras esqueléticas, los órganos y otras partes del cuerpo de diferentes especies apuntan hacia una ascendencia compartida.
* Biología molecular: El análisis de ADN y otras moléculas biológicas muestra una relación genética clara entre todos los organismos vivos.
* Biogeografía: La distribución de especies en todo el mundo proporciona información sobre su historia evolutiva y patrones de migración.
Por lo tanto, la teoría de la evolución explica la unidad de la vida en la tierra como resultado de la ascendencia compartida y el proceso continuo de adaptación y diversificación a lo largo del tiempo.