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Un equipo de investigadores afiliados a múltiples instituciones en los EE. UU. Y uno en Canadá ha descubierto que el creciente número de grandes incendios en el sur de California durante los meses de otoño e invierno se debe principalmente a los vientos de Santa Ana y las fallas de las líneas eléctricas. en lugar de aumentar las temperaturas. En su artículo publicado en la revista Avances de la ciencia , el grupo describe su estudio de los incendios en el sur de California que se remonta a 1948.
Los grandes incendios forestales en California suelen ser noticia debido a su magnitud y ferocidad. Algunos estudios han demostrado que aumentan en frecuencia e intensidad a medida que el planeta se calienta. En este nuevo esfuerzo, los investigadores señalan que hay dos temporadas de incendios en California, pero solo uno de ellos está empeorando debido al cambio climático.
En California, las dos estaciones de incendios son el verano y el otoño hasta el invierno. Investigaciones anteriores han demostrado que la mayoría de los incendios de verano son provocados por rayos en lugares remotos. Fuegos de otoño e invierno, por otra parte, casi siempre son provocados por humanos a través de incendios provocados y fallas en las líneas eléctricas.
Las líneas eléctricas pueden provocar un incendio de varias formas, incluyendo líneas caídas, contacto con la vegetación y fallas del equipo que provocan la formación de arcos. Y debido a que las líneas eléctricas están tendidas en lugares donde la gente vive y trabaja, tales incendios tienden a estar más cerca de pueblos y ciudades. Las fallas en las líneas eléctricas pueden ocurrir en cualquier momento del año, pero la temporada de otoño e invierno tienen los peores incendios porque son empujados por la velocidad y la fuerza de los vientos de Santa Ana.
Para obtener más información sobre los incendios de otoño e invierno, Los investigadores estudiaron detenidamente los datos que describen los incendios forestales en el sur de California desde 1948 hasta 2018 junto con los datos meteorológicos asociados. Al hacerlo, no encontraron ningún vínculo entre el aumento de las temperaturas o la disminución de las precipitaciones para explicar el aumento de los incendios. En lugar de, descubrieron que se debía principalmente al aumento del tamaño de las redes eléctricas y a la invasión de los seres humanos a las tierras boscosas. Sugieren que la forma de reducir el número de tales incendios es dedicar más recursos al mantenimiento de las líneas eléctricas y poner nuevas bajo tierra.
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