* arcilla: Las partículas de arcilla son muy pequeñas y se empacan bien, dejando poco espacio para que el agua se infiltren. Los suelos de arcilla son conocidos por ser densos y tener un drenaje deficiente.
* suelo compactado: El suelo que se ha comprimido, a menudo debido a la maquinaria pesada o al tráfico de pies, ha reducido el espacio de los poros y, por lo tanto, disminuyó la infiltración de agua.
* materia orgánica (en algunos casos): Si bien la materia orgánica generalmente mejora el drenaje, una cantidad muy alta de materia orgánica, como en los pantanos de turba, puede crear un entorno anegado debido a su capacidad de retención de agua.
* superficies impermeables: El concreto, el asfalto y otras superficies no porosas evitan que el agua se infiltren en el suelo.
Es importante recordar: La razón exacta del mal drenaje puede variar según la composición específica del suelo y el entorno circundante.