Las regiones con climas variados a menudo experimentan cambios notables en las condiciones climáticas a lo largo de un año o incluso en períodos de tiempo más cortos. Por ejemplo, una región puede tener distintas estaciones, con veranos cálidos y húmedos que contrastan con inviernos fríos y secos. Alternativamente, podría haber diferencias de temperatura significativas entre las zonas costeras y las regiones del interior, o entre zonas de gran altitud y bajas dentro de la misma región.
El clima variado puede afectar varios aspectos de un ecosistema, incluida la vida vegetal y animal, la agricultura, los recursos hídricos y la comodidad humana. También puede influir en las actividades humanas, como el turismo, la recreación y el consumo de energía. Comprender y gestionar climas variados es importante para la gestión sostenible de los recursos, la agricultura y la planificación de posibles desafíos e impactos relacionados con el clima.