Las hormigas no participan en actividades parecidas a transacciones inmobiliarias para localizar o adquirir hábitats como lo hacen los humanos. Sus procesos de selección o reubicación de colonias están guiados por comportamientos instintivos y preferencias ambientales influenciadas por las necesidades específicas de su especie. No experimentan la "búsqueda de casa" en el sentido literal.