Una de las mayores fuentes de microplásticos es la ropa sintética, como el vellón y el poliéster. Cuando se lavan estas prendas, se pueden desprender pequeñas fibras al agua. Estas fibras luego pueden llegar al océano, donde pueden ser ingeridas por la vida marina.
Los microplásticos también pueden absorber toxinas del agua, que luego pueden pasar a los humanos por la cadena alimentaria. Además, los microplásticos pueden bloquear el sistema digestivo de los animales marinos, provocando que mueran de hambre.
Hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a reducir la cantidad de microplásticos que se desprenden de tu ropa. Primero, lava tu ropa sintética con menos frecuencia. En segundo lugar, utilice un ciclo suave cuando los lave. En tercer lugar, evite el uso de suavizantes, ya que pueden aumentar la caída de microplásticos. Por último, puedes adquirir ropa confeccionada con materiales naturales, como el algodón o el lino.
Al tomar estas medidas, puede ayudar a reducir la cantidad de microplásticos que contaminan el océano y dañan la vida silvestre.