Olor corporal: Los mosquitos se sienten atraídos por el dióxido de carbono (CO2) que exhalamos cuando respiramos. Esta columna de gas emite una señal que indica una posible fuente de sangre para los mosquitos.
Calor: Los mosquitos también se sienten atraídos por el calor corporal. Los humanos liberan calor a través de la piel y la ropa, lo que ayuda a guiar a los mosquitos hacia su objetivo.
Color: Los mosquitos generalmente se sienten atraídos por los colores oscuros, como el negro, el azul y el rojo, que pueden resaltarles en el contexto de su entorno.
Compuestos volátiles: Los seres humanos producen una variedad de compuestos orgánicos volátiles (COV) a través de la piel y el aliento. Algunos de estos COV son particularmente atractivos para los mosquitos y contribuyen a su capacidad para localizar huéspedes.
Sudor: Los mosquitos también se sienten atraídos por la humedad y pueden sentirse atraídos por el sudor, especialmente si contiene altas concentraciones de ciertos compuestos como el ácido láctico y el amoníaco.
Señales visuales: En algunos casos, los mosquitos pueden utilizar señales visuales para localizar a sus huéspedes, especialmente durante el día. Pueden detectar movimientos o siluetas humanas y sentirse atraídos hacia estos indicadores visuales.
La eficacia de estas señales para atraer mosquitos puede depender de varios factores, como la especie de mosquito, su etapa de desarrollo (p. ej., larva, pupa o adulto) y factores ambientales como la temperatura, la humedad y la dirección del viento.