Esta frase sugiere el deseo de ser ecológico y de ser eliminado de manera sostenible después de la muerte mediante un proceso llamado "compostaje". El compostaje es un proceso de reciclaje natural que convierte materiales orgánicos, como restos de comida y desechos de plantas, en suelo rico en nutrientes. Al convertirse en abono después de la muerte, una persona puede convertirse en parte del ciclo de la naturaleza y su cuerpo puede proporcionar nutrientes a la tierra.
La idea detrás de esta frase enfatiza la importancia de considerar el impacto ambiental de la propia disposición final. Los métodos de entierro tradicionales a menudo implican el uso de ataúdes, líquidos de embalsamamiento y revestimientos de hormigón para tumbas, lo que puede contribuir a la contaminación y el agotamiento de los recursos. El compostaje ofrece una alternativa más ecológica al devolver materia orgánica a la tierra de forma natural.
Al utilizar el término "abono de cuna", la frase también sugiere una conexión entre el principio y el final de la vida. Así como una cuna cuida a un bebé recién nacido, el abono puede convertirse en un lecho nutritivo para el crecimiento de nuevas plantas, simbolizando la continuación de la vida y el círculo de la naturaleza.