Mapa de los flujos de amoníaco atmosférico basado en 9 años de datos de IASI. Muestra 242 puntos calientes, rodeado de círculos negros, y 178 zonas de emisión más amplias, enmarcado por rectángulos blancos. Crédito:Martin Van Damme y Lieven Clarisse / ULB
Investigadores del CNRS y la Université Libre de Bruxelles (ULB) han elaborado el primer mapa global de distribución del amoníaco atmosférico (NH 3) analizando las medidas tomadas por los satélites entre 2008 y 2016. El interferómetro IASI desarrollado por el CNES les permitió catalogar más de 200 fuentes de amoniaco, dos tercios de los cuales nunca habían sido identificados antes. Estas fuentes son esencialmente sitios de producción ganadera intensiva y actividad industrial. Los hallazgos del equipo se publican en Naturaleza (5 de diciembre).
Durante los últimos 12 años, el interferómetro IASI a bordo de tres satélites Metop sucesivos ha proporcionado a los científicos datos globales sobre varios componentes atmosféricos, incluido el amoniaco. El amoníaco atmosférico merece una atención especial porque se descompone en partículas finas de sal de amonio que degradan la calidad del aire que respiramos. Sin embargo, los procesos que regulan las concentraciones de este gas aún no se conocen bien, especialmente a escala local.
Utilizando los datos diarios sobre los niveles de amoníaco registrados por los interferómetros durante un período de casi diez años, los investigadores generaron un mapa de la distribución atmosférica global del amoníaco cuya resolución es del orden de un kilómetro cuadrado. Al combinar su mapa con imágenes de satélite, descubrieron y categorizaron 241 fuentes puntuales de NH antropogénico 3 emisiones, 83 vinculadas a la producción ganadera intensiva y 158 a la actividad industrial, así como 178 zonas de emisión más amplias. (Ver mapa).
Además de registrar nuevas fuentes que no se encuentran en los inventarios de emisiones actuales, el estudio ha demostrado que los niveles de emisiones de fuentes previamente identificadas están muy subestimados. Al observar los cambios en los datos a lo largo del tiempo, el equipo también pudo rastrear los desarrollos de las actividades humanas asociadas, como la puesta en marcha o parada de complejos industriales o la ampliación de infraestructuras para la ganadería intensiva.
Estos hallazgos sugieren que una mejor gestión del impacto de la contaminación por amoníaco requiere una revisión integral de las emisiones de amoníaco, que son mucho más altos que los sugeridos actualmente por los inventarios.
Imágenes de una fuente puntual de emisiones de amoníaco en China atribuidas a la construcción de un complejo industrial. Abajo:Fotografías del satélite Landsat (2008-2016) que muestran la construcción de la instalación. Arriba:mediciones de amoníaco IASI durante el mismo período. Crédito:Martin Van Damme y Lieven Clarisse / ULB (IASI); © Google / NASA (Landsat)