1. Composición: La geosfera está compuesta principalmente de rocas y minerales. Esto incluye:
* corteza: La capa más externa, hecha de varios tipos de rocas como el granito y el basalto.
* manto: Una capa gruesa de roca en su mayoría sólida, pero se comporta como un fluido muy viscoso durante largos períodos.
* núcleo: Compuesto de hierro y níquel, con un núcleo interno sólido y un núcleo externo líquido.
2. Estructura: La geosfera tiene una estructura en capas con distintas propiedades químicas y físicas. Estas capas interactúan entre sí e influyen en varios procesos geológicos.
3. Dinámica: La geosfera es un sistema dinámico con procesos continuos como:
* Tectónica de placas: Movimiento de grandes placas tectónicas, responsables de terremotos, volcanes y formación de montañas.
* Erosión y meteorización: Desglose de rocas por fuerzas como el viento, el agua y el hielo.
* Volcanismo: La erupción de la roca fundida (magma) desde el interior de la tierra.
4. Evolución: La geosfera ha evolucionado más de miles de millones de años, con cambios significativos en su composición, estructura y procesos. Esta evolución está impulsada por factores internos y externos.
En resumen, en lugar de centrarnos en "cuatro características", podemos pensar en la geosfera como un sistema complejo caracterizado por su composición, estructura, procesos dinámicos y evolución continua.