1. Falta de un mecanismo plausible: Wegener no pudo proporcionar una explicación convincente de cómo se movían los continentes. Propuso que los continentes atravesaron el fondo del océano, pero esto se encontró con escepticismo ya que la fuerza requerida parecía imposible de generar.
2. Contradicción con las teorías existentes: El paradigma científico predominante en ese momento enfatizaba una tierra estática. La teoría de Wegener desafió esto, sugiriendo una tierra dinámica y móvil. Este choque con ideas establecidas dificultó que los científicos aceptaran la teoría.
3. Falta de evidencia: Si bien Wegener presentó alguna evidencia convincente, como el ajuste de los continentes y la distribución de fósiles, muchos científicos no consideraron concluyentes. Además, la idea de que los continentes se movían a través de vastas distancias parecían altamente improbables.
4. Datos y tecnología limitados: En ese momento, el conocimiento científico sobre el interior de la Tierra era limitado. Las técnicas como el sonar y las imágenes sísmicas aún no estaban disponibles, lo que dificulta estudiar el fondo del océano y recopilar datos para apoyar la teoría de Wegener.
5. Mala interpretación de la evidencia: Algunas pruebas, como la formación de cadenas montañosas, se interpretó de manera que contradecía la teoría de Wegener. Por ejemplo, las fuerzas de compresión que causaron cadenas montañosas fueron vistas como evidencia de una tierra reducida, no una deriva continental.
6. Antecedentes de Wegener: Wegener era meteorólogo, no geólogo. Esto llevó a algunos científicos a descartar su teoría como fuera de su campo de especialización.
Fue solo en la década de 1960, con el advenimiento de las nuevas tecnologías y el desarrollo de la teoría de la tectónica de placas, que las ideas de Wegener finalmente ganaron aceptación. La tectónica de placas proporcionó un mecanismo plausible para la deriva continental, explicando el movimiento de los continentes mediante la interacción de placas grandes y rígidas en la corteza terrestre. Este cambio de paradigma revolucionó nuestra comprensión de la historia y la dinámica de la Tierra.