Los diamantes se forman bajo alta presión y temperatura en las profundidades del manto terrestre, generalmente a partir de un material rico en carbono como la kimberlita. La kimberlita es una roca ígnea rara que se compone principalmente de olivina y mica flogopita. Los diamantes también se pueden formar a partir de eclogita, que es una roca metamórfica de alta presión que se encuentra en zonas de subducción.