El movimiento de la litosfera sobre las corrientes de convección en el manto es lo que hace que los continentes de la Tierra se muevan y los fondos oceánicos se expandan. A medida que la litosfera se mueve, puede chocar con otras placas, lo que puede provocar terremotos, erupciones volcánicas y formación de montañas.
Las corrientes de convección en el manto también desempeñan un papel en la formación del campo magnético terrestre. El campo magnético de la Tierra se genera por el movimiento del hierro fundido en el núcleo externo de la Tierra. El hierro fundido se calienta con el calor de la Tierra y sube a la superficie del núcleo, donde se enfría y vuelve a hundirse. Este ciclo de calentamiento y enfriamiento crea una corriente de convección que genera el campo magnético de la Tierra.
Las corrientes de convección en el manto son uno de los procesos más importantes del sistema terrestre y desempeñan un papel vital en la configuración de la superficie y la atmósfera de la Tierra.