La reina Atalía era hija del rey Acab y de la reina Jezabel de Israel. Se convirtió en reina de Judá cuando su hijo, el rey Ocozías, murió en batalla. Atalía era conocida como una gobernante cruel y malvada, y ordenó el asesinato de todos sus nietos, excepto uno llamado Joás, a quien su hija Jehosheba escondió. Más tarde, Joás fue coronado rey de Judá y Atalía fue asesinada.