* Bacterias y otros microorganismos: Estos pueden causar una variedad de enfermedades transmitidas por el agua, como E. coli, Salmonella y la enfermedad del legionario.
* Productos químicos: Estos pueden incluir escorrentías agrícolas, contaminantes industriales y productos químicos domésticos. Algunas de las sustancias químicas más comunes que se encuentran en el agua de los pozos incluyen nitratos, nitritos, plomo, cobre y arsénico.
* Minerales: Estos pueden incluir calcio, magnesio, sodio y potasio. Los niveles altos de minerales pueden hacer que el agua tenga mal sabor y también pueden provocar problemas de salud, como cálculos renales.
* Sólidos en suspensión: Estos pueden incluir tierra, arena y otras partículas. Los sólidos en suspensión pueden enturbiar el agua y también obstruir los filtros de agua.
Los contaminantes específicos que se encuentran en el agua de los pozos de perforación variarán según la ubicación del pozo y la geología del área circundante. Es importante analizar periódicamente el agua de su pozo para garantizar que sea segura para beber.