1. Fuentes naturales: El cloro se encuentra naturalmente en el medio ambiente como iones cloruro (Cl-). Estos iones pueden disolverse en rocas y minerales que contienen sales de cloruro, como la halita (cloruro de sodio) y la silvita (cloruro de potasio). Los niveles naturales de cloro en las fuentes de agua dulce suelen ser bajos, normalmente por debajo de 1 miligramo por litro (mg/L).
2. Descarga industrial: Muchas industrias utilizan cloro o compuestos que contienen cloro en sus procesos. Estas industrias incluyen la fabricación de productos químicos, la producción de pulpa y papel, las plantas de tratamiento de agua y la fabricación de textiles. La eliminación inadecuada de las aguas residuales y los subproductos de estas industrias puede provocar la contaminación por cloro de las fuentes de agua dulce.
3. Escorrentía agrícola: El cloro se utiliza ampliamente en la agricultura como desinfectante y pesticida. Cuando la escorrentía agrícola transporta fertilizantes, pesticidas y otros productos químicos a cuerpos de agua cercanos, puede contribuir a la contaminación por cloro.
4. Descarga de aguas residuales: Las aguas residuales no tratadas o tratadas inadecuadamente pueden ser una fuente de contaminación por cloro. Las aguas residuales contienen diversas materias orgánicas, incluidos desechos humanos, desechos de alimentos y desechos industriales. Cuando se utiliza cloro como desinfectante en plantas de tratamiento de aguas residuales, puede permanecer en el agua tratada si el proceso de tratamiento no es eficiente.
5. Desinfección del agua potable: El cloro se usa ampliamente como desinfectante en plantas de tratamiento de agua potable para matar bacterias y microorganismos dañinos. Si bien la cloración es esencial para garantizar la seguridad del agua potable, también puede contribuir a los niveles de cloro residual en el agua tratada.
Es importante señalar que los organismos reguladores de muchos países han establecido niveles máximos permitidos de cloro en fuentes de agua dulce para garantizar la protección de los ecosistemas acuáticos y la salud humana. Se implementan prácticas regulares de monitoreo y gestión para controlar y minimizar la contaminación por cloro en ambientes de agua dulce.