1. Desinfección del agua potable :El cloro se usa ampliamente como desinfectante para matar bacterias dañinas y otros microorganismos en los suministros de agua municipales. Cuando se agrega cloro a las plantas de tratamiento de agua, reacciona con la materia orgánica para formar subproductos de desinfección (DBP), algunos de los cuales pueden ser perjudiciales para la salud humana. Estos DBP pueden ingresar al medio ambiente a través de descargas de aguas residuales y escorrentías de plantas de tratamiento de agua.
2. Escorrentía agrícola :Los pesticidas y fertilizantes a base de cloro utilizados en prácticas agrícolas pueden ser una fuente de contaminación por cloro en fuentes de agua dulce. Cuando estos productos químicos se aplican a los cultivos, pueden ser arrastrados por el agua de lluvia o de riego y, finalmente, llegar a arroyos, ríos y lagos.
3. Vertidos Industriales :Varias industrias, como la fabricación de productos químicos, la textil y la papelera, utilizan cloro en sus procesos. La eliminación inadecuada de aguas residuales industriales que contienen cloro o compuestos de cloro puede provocar la contaminación de los cuerpos de agua cercanos.
4. Derrames accidentales :El cloro gaseoso se utiliza en muchas aplicaciones industriales y es altamente tóxico. Las liberaciones o derrames accidentales de cloro gaseoso pueden contaminar tanto el aire como las fuentes de agua, lo que supone un grave riesgo para la salud humana y el medio ambiente.
5. Fuentes naturales :El cloro se encuentra naturalmente en el medio ambiente en forma de sales de cloruro. La erosión de las rocas y del suelo que contiene estas sales puede liberar cloro en las aguas subterráneas y superficiales. Sin embargo, esta contribución natural es generalmente mucho menor en comparación con las fuentes inducidas por el hombre.
6. Deposición atmosférica :El cloro también puede liberarse a la atmósfera a través de emisiones industriales y erupciones volcánicas. Estas emisiones pueden transportarse a largas distancias y eventualmente depositarse en cuerpos de agua a través de la lluvia o la deposición seca.
Es importante señalar que los niveles de cloro en las fuentes de agua dulce están regulados para garantizar la seguridad del agua potable y proteger los ecosistemas acuáticos. Existen prácticas y regulaciones de gestión adecuadas para minimizar la contaminación por cloro y garantizar la calidad y seguridad de los recursos de agua dulce.