En muchas aplicaciones biológicas, es preferible medir las concentraciones de la solución en molalidad en lugar de molaridad, especialmente si se comparan soluciones de dos sustancias diferentes. Esto se debe a que la molalidad tiene en cuenta la masa del disolvente, que puede variar según la concentración del soluto.
Por ejemplo, si tenemos dos soluciones, una que contiene 1 mol de NaCl disuelto en 1 litro de agua y la otra que contiene 1 mol de glucosa disuelta en 1 litro de agua, las molaridades de ambas soluciones serán las mismas (1 M). Sin embargo, las molalidades de las dos soluciones serán diferentes, ya que la masa de agua necesaria para disolver 1 mol de NaCl es diferente de la masa de agua necesaria para disolver 1 mol de glucosa.
Esta diferencia de molalidad puede ser importante en aplicaciones biológicas, ya que puede afectar las propiedades de la solución. Por ejemplo, la presión osmótica de una solución está determinada por la molalidad de la solución, no por la molaridad.
Por lo tanto, al comparar soluciones de diferentes sustancias, a menudo es preferible usar molalidad en lugar de molaridad, ya que la molalidad tiene en cuenta la masa del disolvente y puede proporcionar una representación más precisa de la concentración de la solución.