1. Estructura: Las células pueden tener diferentes formas, tamaños y estructuras internas dependiendo de su función. Por ejemplo, una célula muscular tendrá fibras largas y delgadas para facilitar la contracción, mientras que una célula nerviosa tendrá extensiones largas y ramificadas (axones y dendritas) para transmitir señales.
2. Función: Las células pueden tener funciones especializadas dentro de un organismo. Por ejemplo, un glóbulo rojo es responsable de transportar oxígeno por todo el cuerpo, mientras que una célula pancreática produce enzimas digestivas. Estas diferentes funciones a menudo se reflejan en la estructura de la célula.
¡Avíseme si desea más detalles sobre estas diferencias o desea explorar otras formas en que las células pueden variar!