Las plantas tienen un sistema circulatorio diferente al de los animales. En lugar de sangre, tienen un líquido llamado savia que transporta nutrientes y agua por los tejidos de la planta. La savia está compuesta de diversas sustancias, entre ellas agua, minerales, azúcares y hormonas, pero no contiene glóbulos rojos.
Las células vegetales utilizan un proceso llamado fotosíntesis para convertir la luz solar en energía, utilizando dióxido de carbono y agua para crear glucosa y oxígeno. El oxígeno producido durante la fotosíntesis se libera a la atmósfera y los nutrientes se distribuyen a través del sistema vascular de la planta, que consta de tejidos de xilema y floema.
En general, las plantas no tienen glóbulos rojos ni sistema circulatorio como los animales. En cambio, dependen de sus propias estructuras y procesos para el transporte de nutrientes y el intercambio de oxígeno dentro del cuerpo vegetal.