Como resultado, la célula debe depender de vías alternativas para generar ATP, como la glucólisis anaeróbica. La glucólisis anaeróbica es un proceso menos eficiente que produce significativamente menos ATP en comparación con la respiración celular. Por lo tanto, la célula experimentará un grave déficit energético, lo que provocará el deterioro de diversas funciones celulares y, en última instancia, la muerte celular.
Además, la acumulación de piruvato, producto de la glucólisis anaeróbica, puede provocar una disminución del pH de la célula, provocando acidosis celular. Este ambiente ácido altera aún más los procesos celulares, exacerbando el impacto general de la falta de oxígeno.
En resumen, la ausencia de oxígeno en la célula da como resultado el cese de la respiración celular, lo que conduce al agotamiento de la energía, la acumulación de productos de desecho y la disfunción celular, lo que eventualmente resulta en la muerte celular.