Diversidad genética:el fitomejoramiento convencional se basa en la diversidad genética natural que se encuentra dentro de las poblaciones de plantas. Esta diversidad surge de mutaciones, polinización cruzada y recombinación durante la reproducción sexual. La edición genética, por otro lado, introduce cambios específicos y dirigidos al genoma, pero no crea nueva diversidad genética. Por lo tanto, el mejoramiento genético convencional sigue siendo esencial para acceder y utilizar la vasta diversidad genética presente en la naturaleza.
Rasgos complejos:muchos rasgos importantes de las plantas, como el rendimiento, la tolerancia a la sequía y la resistencia a las enfermedades, están influenciados por múltiples genes y factores ambientales. La edición de genes se puede utilizar para modificar genes individuales, pero puede resultar complicado abordar rasgos complejos que implican la interacción de múltiples genes y vías. El mejoramiento convencional, que implica seleccionar y cruzar plantas con rasgos deseables a lo largo de múltiples generaciones, permite la mejora simultánea de múltiples rasgos.
Consideraciones regulatorias:las plantas editadas genéticamente pueden enfrentar procesos de aprobación y escrutinio regulatorio, especialmente si están destinadas a uso comercial. El panorama regulatorio puede variar entre países y regiones, y el proceso de aprobación puede llevar mucho tiempo y ser costoso. Por otro lado, los métodos convencionales de fitomejoramiento generalmente no están sujetos al mismo nivel de supervisión regulatoria.
Costo y accesibilidad:Las tecnologías de edición genética requieren conocimientos, equipos y experiencia especializados, lo que puede limitar su accesibilidad, especialmente para los pequeños agricultores y los programas de mejoramiento en los países en desarrollo. Los métodos convencionales de fitomejoramiento, por otra parte, son de costo relativamente bajo y no requieren tecnologías ni infraestructura costosas.
Aceptación del consumidor:Puede haber preocupaciones entre los consumidores y los grupos de defensa con respecto a la seguridad y las implicaciones éticas de las plantas editadas genéticamente. La aceptación pública de los organismos genéticamente modificados (OGM), incluidas las plantas modificadas genéticamente, puede variar ampliamente, y la aceptación del mercado puede influir en el éxito de nuevas variedades de plantas.
Por lo tanto, si bien las tecnologías de edición de genes tienen un gran potencial para contribuir al mejoramiento de las plantas, es poco probable que reemplacen por completo el fitomejoramiento convencional. Ambos enfoques tienen sus ventajas y limitaciones, y es probable que sigan coexistiendo y complementándose en el campo del fitomejoramiento.