La Escherichia coli enteropatógena (EPEC) es una de esas bacterias que causa infecciones intestinales graves, especialmente en niños. EPEC se adhiere a la pared intestinal, destruyendo su integridad y provocando síntomas como diarrea, náuseas y dolor abdominal.
Investigadores de la Universidad de Basilea en Suiza modificaron genéticamente una cepa inofensiva de E. coli para expresar una proteína que se une específicamente a los pili de EPEC, estructuras en su superficie que ayudan al patógeno a adherirse a la pared intestinal. Al unirse a los pili, la E. coli modificada evita que EPEC se adhiera y colonice los intestinos.
En modelos murinos de infección por EPEC, el tratamiento con E. coli modificada redujo significativamente la gravedad de la infección y aceleró la recuperación de los animales. La inofensiva cepa de E. coli compitió con EPEC por los sitios de unión, esencialmente superando en número y desplazando a las bacterias patógenas.
Este enfoque pionero ofrece una nueva arma potencial contra las infecciones resistentes a los antibióticos. Apuñalar a las bacterias por la espalda, al atacar patógenos específicos sin dañar la flora intestinal beneficiosa, podría revolucionar el tratamiento de las infecciones bacterianas y reducir la aparición de resistencia a los antibióticos.
Además, la tecnología podría adaptarse para atacar otras bacterias, ampliando sus aplicaciones a una amplia gama de infecciones. En un mundo que enfrenta el espectro de la resistencia a los antibióticos, las bacterias traicioneras representan un rayo de esperanza en la lucha contra las superbacterias mortales.