Un damán macho cantando en la Reserva Natural de Ein Gedi. Crédito:Amiyaal Ilany
Un estudio de comportamiento publicado en el Journal of Animal Ecology ha relacionado el éxito reproductivo en machos de damas de roca con su capacidad para mantener el ritmo durante las canciones de cortejo.
Solo necesitas echar un vistazo a los admiradores de los músicos famosos para darte cuenta de que tener habilidades rítmicas es un rasgo deseable. En machos de damanes de roca, la frecuencia y el ritmo del canto podrían verse como indicadores de la calidad individual de las parejas potenciales, lo que indica información sobre su salud e idoneidad como pareja.
"Hemos estado estudiando a los damanes durante los últimos 20 años y previamente hemos encontrado varios patrones en sus canciones que son características comunes del lenguaje y la música humanos", dijo el Dr. Vlad Demartsev, ahora investigador postdoctoral en el Departamento de Biología de la Universidad de Konstanz y el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, quienes recopilaron los datos para este estudio durante su estancia en la Universidad de Tel Aviv.
"Sus canciones tienen dialectos regionales, por lo que las personas que viven cerca cantan de manera más similar entre sí. Tienden a cantar in crescendo (haciéndose más fuertes a medida que avanza la canción) y alcanzan la complejidad máxima hacia el final de sus canciones, tal vez para mantener a la audiencia interesada y escuchando las señales."
Un damán macho cantando en la Reserva Natural de Ein Gedi. Crédito:Eran Gissis
El ritmo juega un papel crucial en la comunicación de algunos animales. "Una suposición es que el ritmo ha evolucionado para que los animales que llaman en grupos puedan sincronizar mejor sus canciones, como músicos en una banda o cantantes en un coro", explica el Dr. Demartsev.
Sin embargo, a diferencia de muchos otros animales que se sabe que se comunican a través del canto, los damanes suelen cantar solos.
Para investigar el papel del ritmo en los cantos de cortejo de los mamíferos, los científicos observaron la actividad matinal diaria de las comunidades de damanes entre 2002 y 2013 en la Reserva Natural de Ein Gedi, en el este de Israel. Los investigadores capturaron información sobre la ubicación, los comportamientos y las vocalizaciones de cada hyrax mientras registraban las identidades de sus vecinos más cercanos. Luego se analizó la información genética de cada hyrax junto con las grabaciones de audio en el laboratorio.