Uno de los factores clave en los que se basa Botrytis cinerea es la presencia de señales químicas específicas emitidas por las plantas. Estas señales, a menudo denominadas compuestos orgánicos volátiles (COV), actúan como una invitación para que el hongo inicie su ataque. Entre los COV a los que Botrytis cinerea responde particularmente se encuentran los liberados por tejidos vegetales dañados o senescentes. Cuando una planta sufre daños mecánicos, como un corte o una abrasión, o entra en el proceso natural de senescencia (declive relacionado con la edad), libera una serie de COV que sirven como faro para Botrytis cinerea.
Uno de esos COV que desempeña un papel destacado en la atracción de Botrytis cinerea es el etileno. El etileno es una hormona vegetal implicada en diversos procesos fisiológicos, incluida la maduración y la senescencia del fruto. A medida que una planta envejece o experimenta estrés, su producción de etileno aumenta, creando un ambiente ideal para que florezca Botrytis cinerea. El hongo ha desarrollado receptores específicos que pueden detectar incluso concentraciones mínimas de etileno, lo que le permite localizar su objetivo con una precisión increíble.
Además del etileno, Botrytis cinerea también está en sintonía con otros COV asociados con el deterioro de las plantas. Los compuestos como terpenos, alcoholes y ésteres liberados por plantas dañadas o enfermas amplifican aún más la atracción del hongo hacia sus huéspedes potenciales. Este intrincado sistema de comunicación permite a Botrytis cinerea identificar tejidos vegetales vulnerables, como frutos demasiado maduros, hojas marchitas o tallos heridos, donde puede establecer una infección y comenzar su colonización destructiva.
Una vez que Botrytis cinerea ha localizado con éxito un huésped adecuado, emplea una variedad de enzimas y toxinas para romper las paredes celulares de la planta y acceder a contenidos ricos en nutrientes. El hongo puede propagarse rápidamente a través del tejido de la planta, provocando pudriciones suaves, marchitamiento y, en última instancia, provocando la muerte de la planta. Este proceso también puede acelerarse mediante la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) por parte del hongo, que daña aún más las células vegetales.
Comprender los mecanismos mediante los cuales Botrytis cinerea detecta y responde a las señales químicas de las plantas es fundamental para diseñar estrategias eficaces de manejo de enfermedades. Al manipular las emisiones de COV o bloquear la capacidad del hongo para detectar estas señales, es posible interrumpir el proceso de infección y proteger los cultivos de los efectos devastadores de Botrytis cinerea. La investigación en curso en este campo es prometedora para desarrollar enfoques novedosos y sostenibles para combatir este formidable adversario fúngico.