El pez cerdo que cambia de color tiene varios tipos de cromatóforos, incluidos los melanóforos (que contienen pigmento negro), xantóforos (que contienen pigmento amarillo) y eritróforos (que contienen pigmento rojo). Al controlar la distribución y densidad de estos gránulos de pigmento dentro de sus cromatóforos, los peces pueden mezclarse con su entorno, lo que dificulta la detección de depredadores y presas.
La capacidad del pez para cambiar de color está controlada por su sistema nervioso. Cuando el pez detecta un cambio en su entorno, como un cambio en la intensidad de la luz o la presencia de un depredador potencial, envía señales a sus cromatóforos, indicándoles que ajusten la distribución de sus pigmentos. Esto permite que el pez se adapte rápidamente a su entorno, proporcionando una forma eficaz de camuflaje.
Además de su capacidad para cambiar de color, el pez cerdo también tiene la capacidad de cambiar la textura de su piel. Esto se logra por la presencia de pequeñas protuberancias llamadas papilas en su piel. Al controlar el tamaño y la forma de estas papilas, el pez puede mejorar aún más su camuflaje imitando la textura de su entorno.
La notable capacidad del pez cerdo que cambia de color para cambiar de color y textura es un ejemplo fascinante de cómo los organismos marinos han evolucionado para adaptarse y sobrevivir en su entorno. Muestra la increíble diversidad y complejidad de la vida en el océano.