Las polillas utilizan su sentido del olfato para diversos fines, como encontrar comida, pareja y evitar depredadores. Por ejemplo, algunas polillas se sienten atraídas por el olor de las flores, mientras que otras se sienten atraídas por el olor de las feromonas liberadas por las polillas hembra. Las polillas también utilizan su sentido del olfato para evitar a los depredadores, como los murciélagos, que emiten sonidos agudos que las polillas pueden oír.
Las polillas tienen un sentido del olfato mucho más sensible que el de los humanos. Pueden detectar olores que son miles de veces más débiles que los que podemos oler. Esto se debe a que las polillas tienen una mayor cantidad de receptores en sus antenas que nosotros. Las polillas también tienen una tasa de procesamiento neuronal más rápida, lo que significa que pueden procesar los olores más rápidamente que nosotros.
El sentido del olfato es fundamental para las polillas. Les permite encontrar comida, pareja y evitar a los depredadores. El sensible sentido del olfato de las polillas es un testimonio de la asombrosa diversidad y complejidad del mundo de los insectos.