Las bacterias oceánicas no son los únicos organismos que utilizan la fotosíntesis para crecer. Las plantas, las algas y algunas especies de protistas también utilizan la fotosíntesis. Sin embargo, las bacterias oceánicas son responsables de una parte importante de la producción de oxígeno de la Tierra. De hecho, se estima que las bacterias oceánicas producen hasta la mitad del oxígeno de la Tierra.
Las bacterias oceánicas utilizan una variedad de pigmentos para absorber la luz para la fotosíntesis. Algunos de los pigmentos más comunes son la clorofila a, la clorofila by los carotenoides. Estos pigmentos se encuentran en las membranas celulares de las bacterias y absorben la luz en longitudes de onda específicas.
Una vez que la luz se absorbe, se utiliza para impulsar las reacciones químicas de la fotosíntesis. Estas reacciones incluyen la división del agua y la absorción de dióxido de carbono de la atmósfera. Los productos de la fotosíntesis son la glucosa y el oxígeno.
La glucosa producida por la fotosíntesis es utilizada por las bacterias para obtener energía. El oxígeno producido por la fotosíntesis se libera a la atmósfera y es utilizado por todos los organismos aeróbicos, incluido el ser humano.
La fotosíntesis es esencial para la supervivencia de la vida en la Tierra. Sin la fotosíntesis, las plantas, las algas y las bacterias oceánicas no podrían sobrevivir y sin ellas, no habría oxígeno para que los animales respiraran. Además, el fitoplancton (plantas marinas microscópicas que realizan la fotosíntesis) ayudan a eliminar y almacenar el dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, lo que ayuda a enfriar el planeta. Por lo tanto, las bacterias oceánicas desempeñan un papel vital en el ecosistema global.