Las proteínas de constelación, también conocidas como clusterinas secretoras, son una familia de glicoproteínas que se encuentran exclusivamente en la saliva. Se caracterizan por su estructura molecular única, que consta de múltiples subunidades idénticas dispuestas en un patrón simétrico, asemejándose a las constelaciones del cielo nocturno. Estas proteínas son sintetizadas y secretadas por células específicas dentro de las glándulas salivales, conocidas como células de los conductos intercalados.
La producción de proteínas de la constelación implica un esfuerzo coordinado entre diferentes glándulas salivales. Cada glándula contribuye a la composición salival general al secretar su propio conjunto único de proteínas, incluidas las proteínas de las constelaciones. La glándula submandibular, ubicada debajo de la mandíbula, es la principal responsable de producir proteínas de las constelaciones. Sin embargo, otras glándulas salivales, como la parótida y la sublingual, también contribuyen a su síntesis.
El proceso de producción de proteínas de constelación comienza con la síntesis de subunidades individuales dentro de las células de los conductos intercalados. Luego, estas subunidades se transportan al aparato de Golgi, donde sufren importantes modificaciones postraduccionales, como la glicosilación y la formación de enlaces disulfuro. Las subunidades modificadas se ensamblan posteriormente en la estructura multimérica característica de las proteínas de la constelación.
Una vez ensambladas, las proteínas de la constelación se empaquetan en vesículas secretoras y se transportan a la superficie apical de las células de los conductos intercalados. Al recibir las señales apropiadas, estas vesículas se fusionan con la membrana celular, liberando las proteínas de la constelación en los conductos salivales. Luego, las proteínas se mezclan con las secreciones de otras glándulas salivales para formar la composición final de la saliva.
La producción colectiva de proteínas de la constelación por parte de diferentes glándulas salivales asegura que la saliva contenga la concentración necesaria de estas proteínas para cumplir sus funciones biológicas. Las proteínas de la constelación contribuyen a la formación de la película salival protectora, que recubre los dientes y la mucosa oral, proporcionando lubricación y defensa contra las bacterias dañinas. También participan en el mantenimiento del equilibrio del pH bucal y en la regulación de la homeostasis mineral, previniendo el desarrollo de caries dental.
Además, las proteínas de la constelación tienen propiedades antimicrobianas e inmunomoduladoras, lo que contribuye a los mecanismos de defensa innatos de la cavidad bucal. Interactúan con diversos microorganismos y células inmunitarias, influyendo en la composición y actividad de la microbiota bucal y promoviendo la salud bucal.
Comprender los mecanismos subyacentes a la producción colectiva de proteínas de la constelación en las glándulas salivales proporciona información valiosa sobre la regulación de la composición y función de la saliva. Este conocimiento puede contribuir al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para controlar las enfermedades bucales y promover la salud bucal en general. Se necesitan más investigaciones para explorar los mecanismos moleculares detallados involucrados en la síntesis, ensamblaje y secreción de proteínas de la constelación, lo que podría conducir a la identificación de nuevos objetivos para intervenciones terapéuticas.