Las branquias de los peces y el origen de la audición:
Los peces poseen branquias, estructuras especializadas que les permiten extraer oxígeno del agua. Dentro de la cabeza de un pez, hay varios arcos branquiales que sostienen las branquias. Estos arcos están formados por cartílago o hueso y están conectados al cráneo.
La evolución del oído medio:
A lo largo de millones de años, a medida que ciertas especies de peces comenzaron a desplazarse hacia aguas menos profundas y finalmente hacia la tierra, su necesidad de oxígeno cambió. La transición a la tierra requirió adaptaciones para respirar aire, y aquí es donde entra en juego la evolución del oído medio.
Fósiles de China:
Algunos de los fósiles más importantes de esta historia evolutiva provienen de China. Estos fósiles representan etapas de transición entre peces y anfibios. Muestran cómo los arcos branquiales se transformaron gradualmente en las estructuras del oído medio.
Pederpes finneyae:
Uno de esos fósiles es Pederpes finneyae, un pez de 380 millones de años que poseía características intermedias entre peces y anfibios. Su cráneo contiene una estructura llamada espiráculo, que es un remanente del aparato branquial. Al mismo tiempo, también tiene una cavidad que se asemeja a la cavidad del oído medio de los anfibios.
Tiktaalik rosae:
Otro fósil importante es el Tiktaalik roseae, que data de hace unos 375 millones de años. Tiktaalik se considera una especie de transición entre peces y tetrápodos (vertebrados de cuatro patas). Su cráneo contiene una cavidad del oído medio parcialmente cerrada y la mandíbula inferior está conectada al cráneo de una manera que facilita la transmisión del sonido.
Función de cambio:
A medida que los arcos branquiales perdieron su función respiratoria original, fueron cooptados para un nuevo propósito:detectar y amplificar las vibraciones del sonido. Esta transición requirió modificaciones en la forma, tamaño y conexión de los huesos dentro del oído medio.
Conclusión:
El registro fósil de China, junto con la evidencia de otras regiones, respalda firmemente la teoría de que el oído medio humano evolucionó a partir de branquias de peces. Estos fósiles de transición muestran el notable viaje evolutivo de la audición, demostrando cómo la selección natural puede impulsar la transformación de estructuras para adaptarse a nuevos entornos y funciones.