*Los científicos han descubierto que las células de todo el cuerpo liberan pequeñas burbujas, llamadas vesículas extracelulares (EV), que pueden proporcionar información valiosa sobre la salud de una persona.*
Los vehículos eléctricos son estructuras pequeñas unidas a membranas que las células liberan como una forma de comunicarse con otras células y transportar diversas moléculas, incluidas proteínas, ácidos nucleicos y lípidos. Se ha descubierto que desempeñan un papel en una variedad de procesos fisiológicos y patológicos, incluida la regulación inmune, la reparación de tejidos y la progresión de enfermedades.
En los últimos años, ha habido un interés creciente en el potencial de los vehículos eléctricos como biomarcadores para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades. Esto se debe a que los vehículos eléctricos se pueden aislar fácilmente de diversos fluidos corporales, como sangre, orina y saliva, y pueden proporcionar información sobre el estado de salud del individuo del que se derivan.
Por ejemplo, los estudios han demostrado que los vehículos eléctricos se pueden utilizar para diagnosticar y controlar una variedad de enfermedades, incluido el cáncer, los trastornos neurodegenerativos y las enfermedades cardiovasculares.
- En el cáncer, se ha descubierto que los vehículos eléctricos contienen una variedad de moléculas asociadas con el desarrollo y la progresión de la enfermedad, como oncogenes, genes supresores de tumores y microARN. Esto convierte a los vehículos eléctricos en una fuente potencial de biomarcadores para la detección y el seguimiento tempranos del cáncer.
- En los trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson, se ha descubierto que los vehículos eléctricos contienen niveles anormales de proteínas y ácidos nucleicos asociados con el proceso de la enfermedad. Esto convierte a los vehículos eléctricos en una fuente potencial de biomarcadores para el diagnóstico precoz y el seguimiento de estas enfermedades.
- En las enfermedades cardiovasculares, se ha descubierto que los vehículos eléctricos contienen una variedad de moléculas asociadas con el desarrollo y la progresión de la enfermedad, como citocinas inflamatorias, quimiocinas y moléculas de adhesión. Esto convierte a los vehículos eléctricos en una fuente potencial de biomarcadores para el diagnóstico precoz y el seguimiento de enfermedades cardiovasculares.
Aún se está explorando el potencial de los vehículos eléctricos como biomarcadores para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades, pero los resultados de los estudios realizados hasta la fecha son prometedores. Los vehículos eléctricos tienen el potencial de proporcionar una nueva forma de diagnosticar y controlar una variedad de enfermedades, lo que podría conducir a una intervención más temprana y mejores resultados para los pacientes.