Las estrellas de mar, también conocidas como estrellas de mar, desempeñan un papel vital en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas marinos al controlar las poblaciones de especies de presa como mejillones, percebes y erizos de mar. Su disminución puede alterar la cadena alimentaria y tener efectos en cascada en otros organismos marinos, incluidos peces, aves marinas y mamíferos marinos.
En particular, la estrella de mar girasol (Pycnopodia helianthoides), que se encuentra frente a la costa del Pacífico de América del Norte, ha experimentado importantes disminuciones de población desde 2013 debido a una enfermedad conocida como síndrome de pérdida de estrellas de mar. Si bien aún se está estudiando la causa exacta de esta enfermedad, las investigaciones indican que el calentamiento de los océanos debido al cambio climático crea condiciones favorables para la proliferación del patógeno responsable del síndrome.
Otra especie afectada por el cambio climático es la estrella de mar ocre (Pisaster ochraceus), común en la costa noroeste del Pacífico. El calentamiento de las temperaturas del mar se ha asociado con la mortalidad de las larvas y anomalías en el desarrollo, lo que lleva a fallas en el reclutamiento y disminución de la población.
Si bien múltiples factores pueden estar involucrados en la disminución de las poblaciones de estrellas de mar, la evidencia sugiere que el cambio climático está desempeñando un papel importante al alterar las condiciones del océano y alterar el delicado equilibrio de los ecosistemas marinos.